Hace muchos años había una nebulosa llamada Rosette. Iba por el espacio sola en busca de alguien o algo que quisiera ser su amigo, ya que se sentía sola.
Fue a la Luna porque le habían dicho que era muy simpática, pero no era así. La Luna cuando vio a Rosette no le hizo ni caso y le dijo que se fuera, que ella prefería estar sola.
Rosette decepcionada, siguió buscando a alguien que quisiera estar con ella. Llegó al planeta Marte. Allí vivían dos personajes muy extraños: Mar y Té. Cuando vieron a la nebulosa se escondieron, ya que nunca habían visto nada parecido. Por más que Rosette les explicó que era una nebulosa inofensiva, no le hicieron caso y decidió buscar en otro lugar del espacio.
Una noche, Rosette se encontró con una estrella llamada Paula. Rosette se dirigió a ella y le dijo:
- ¡Hola, me llamo Rosette! estoy buscando a alguien que quiera ser mi amigo.
- ¡Hola! Yo me llamo Paula. ¿De Verdad que buscas a un amigo? -Rosette afirmó con la cabeza. Yo puedo ser tu amiga -le dijo la estrella- así, por las noches no estaré sola y no me aburriré.
Desde aquel día Rosette y Paula son las mejores amigas y no se separan la una de la otra.
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