En un pueblo llamado Orión vivían dos buenos amigos llamados Mario y Juan. A Juan le apasionaba todo lo relacionado con el espacio. La semana pasada fueron a pasar un día al campo, cuando se hizo de noche, se pusieron a observar el cielo con el telescopio de Juan. Mientras miraban vieron una figura extraña que nunca antes habían visto.
Al día siguiente decidieron organizar un viaje al espacio para intentar averiguar qué era aquella figura tan extraña que habían observado durante la noche.
Prepararon comida, los libros de apuntes de Juan, se compraron unos trajes espaciales y fabricaron una nave espacial. Cuando tuvieron todo preparado despegaron hacia la que podía ser la aventura más emocionante de sus vidas.
Durante el viaje vieron planetas extraños, agujeros negros, estrellas fugaces... Pero lo más importante de todo fue que divisaron una nave espacial y decidieron perseguirla para ver hasta donde iba. Cuando terminó la persecución Mario y Juan se dieron cuenta de que la nave pilotada por aquellos seres había aterrizado encima de la figura que habían observado aquella noche en Orión. Bajaron de su nave para poder observarla de cerca y preguntar a los tripulantes de la otra nave qué era aquello y cómo se llamaba.
Los extraterrestres les dijeron que no sabían cual era el nombre, pero todas las explicaciones apuntaban a que era una nebulosa . Juan consultó su libro de apuntes y comprobó que los extraterrestres estaban en lo cierto.
Como ninguno de ellos sabía cual era el nombre verdadero le pusieron de nombre "LA NEBULOSA ROSSETTE". La llamaron así porque vista desde lejos tenía color rosado.
Cuando regresaron a casa escribieron una noticia sobre su viaje en el periódico local de Orión y todos los habitantes del pueblo quisieron hacer el mismo viaje que Mario y Juan.
Desde entonces los protagonistas de nuestra historia se dedican a organizar excursiones desde Orión hasta la nebulosa Rosette.
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